2021, El año perfecto para la Emprendedora Latinoamericana

Para muchos empresarios y emprendedores, el 2020 será recordado como el año en el que experimentaron la “tormenta perfecta”. Fenómenos climáticos devastadores, conflictos bélicos, incremento de la guerrilla y el narcotráfico, crisis política, desmoronamiento socioeconómico, corrupción, y por si todo esto fuera poco, una pandemia capaz de detener al planeta entero por varias semanas. Para el 31 de diciembre, en medio de un ambiente de obscuridad, agotamiento y permanente zozobra, se logró vislumbrar a audaces sobrevivientes y lamentablemente, también se pudo cuantificar las bajas en combate. Trillones de dólares, expresión que no se visualiza con facilidad por la abundancia de sus dígitos, es actualmente un sinónimo de pérdida y de crisis, corroborado por aquellos que perdieron miles, tanto como por aquellos que vieron millones escurrirse entre sus dedos.

Antes de entrar en el detalle de la perfección propia del 2021 para las emprendedoras latinoamericanas, quisiera ahondar en el término emprendedora. El emprendimiento es una actividad que resulta atractiva únicamente para un selecto grupo de individuos, pues en su naturaleza humana deben prevalecer los siguientes elementos:

• Visión y olfato agudos para identificar oportunidades donde otros ven confusión y escasez; Estructura de pensamiento y creatividad para reunir y organizar los recursos necesarios para acoger estas oportunidades y ejecutarlas;
• Innovación para desafiar al estatus quo, alcanzar excelencia y expandir vías de crecimiento;
• Administración de riesgos que, al ser calculados dejan de ser amenazas y se convierten en oportunidades y alianzas estratégicas;
• Positivismo para creer que los estragos de hoy darán frutos abundantes el día de mañana;
• Resiliencia para transformar los problemas en oportunidades, las derrotas en futuras victorias y el agotamiento en inspiración y motivación; y
• Coraje para enfrentar tus mayores temores y obstáculos, y así alcanzar sus metas.

Todos son atributos que no se vinculan exclusivamente a un determinado nivel socioeconómico, educativo o cultural. Son componentes propios de la esencia existente en estos ciudadanos. Sin embargo, existe un elemento emocional distintivo en las emprendedoras que, bajo las circunstancias actuales, inclina la balanza hacia mayores posibilidades de éxito en el emprendimiento femenino. Esta es la:

Empatía para ponerse en los zapatos ajenos, para escuchar, para entender, para intuir, para conectarse, para inspirar, para comunicarse, para reflexionar y para obrar con propósito.

Si te identificas con las características mencionadas anteriormente, y quieres saber por qué este año es el perfecto para ti, te invito a continuar leyendo este artículo hasta el final y descargar una herramienta de empoderamiento que te será muy útil durante el 2021.

Ahora definamos a una tormenta perfecta. Este es un término utilizado por los meteorólogos para identificar a un conjunto inusual de condiciones atmosféricas como calor, frio, presión, humedad y viento, entre otros; cuyo resultado es un fenómeno natural de gran magnitud, impacto y peligro. En efecto, existe una película basada en hechos reales que lleva este nombre. En ella vemos el producto de la conjunción de un frente frío que se movía mar adentro en el Atlántico Occidental con un sistema de baja presión proveniente del Ártico; a este se le adhirió el ya debilitado huracán Grace con su respectiva tormenta tropical, creando entre ambos nuevas condiciones de presión, temperatura, viento y humedad que sumadas a los factores atmosféricos propios de un centro de fuertes presiones que se extendía desde el Golfo de México hasta Groenlandia, crearon la “tormenta perfecta” que a finales de octubre de 1991 terminó con el naufragio del barco pesquero Andrea Gail y su tripulación. Las pérdidas del impacto total en la costa atlántica se cuantificaron en varios cientos de millones de dólares.

Si comparamos el primer párrafo de este artículo con lo mencionado en el último, coincido plenamente en la analogía entre el año 2020 y una tormenta perfecta. No obstante, a nivel personal me defino como una optimista empedernida y creo firmemente en que lo que no nos mata nos fortalece en lo personal, emocional, profesional, financiero, social y espiritual. Por este motivo, elevo mi voz para agradecer por la bendición de contar con vida en el 2021, y no solo por eso (que ya es bastante), sino por el despertar personal que significó para mí como mujer, profesional, empresaria, madre, amiga, hija, migrante, ser humano y miembro activo de esta comunidad, todo lo acontecido el anterior año. ¿Cuánta devastación, cuánta desolación, cuánta obscuridad, cuánta destrucción, cuánta muerte, cuánta pérdida, y lo que es peor, cuánta indiferencia fue necesaria para que reaccionáramos ante lo que deberíamos hacer por instinto: cuidar de nosotros mismos tanto como de los demás y de lo que nos rodea?

Dicho esto, te propongo que migremos del escenario de tormenta perfecta al de “condiciones ideales” para la innovación, transformación y renacimiento de ti misma como empresaria, como líder y emprendedora, y como mujer. ¿Qué tal si en lugar de continuar sumida en ese zumo de malas noticias, pesimismo, incertidumbre y descontrol que alimentan los noticieros y las redes sociales, hoy decides ser el cambio que quieres ver en el mundo que te rodea?

Tu actitud no va a eliminar la pandemia, pero definitivamente va a mitigar su impacto sobre tu vida, la de los que más amas, tus colaboradores y tus clientes. Visualiza cómo reaccionarían tus clientes, empleados, familiares y socios si ven a ti una persona llena de energía, optimismo, empatía y determinación. ¿No son estas emociones tan contagiosas que inspirarán y empoderarán a todo el que interactúe contigo? ¿Cómo te sentirías tu si con este cambio eres portadora de vida y esperanza?

Entiendo que luego de casi un año de batallar contra la pandemia, la violencia doméstica y laboral, la corrupción, la inestabilidad socioeconómica y política, más la furia de la madre naturaleza; ya estás agotada, desgastada (física, emocional y financieramente), y sientes que llegó el momento de rendirte porque ya no te quedan recursos. ¡No lo hagas! Es luego de la más dura batalla cuando llegará el mayor de tus triunfos. Así como los grandes estrategas militares se consagraron como héroes y líderes de sus naciones luego de la más temible contienda, así te consagrarás tú como emprendedora y líder al salir adelante en esta batalla.

Casi puedo escucharte decir suena muy bien, pero ¿cómo llevar esto a la práctica y a mi día a día?

La respuesta está en el uso estratégico de los superpoderes que tienes como mujer emprendedora:

Por otro lado, si eres latinoamericana, podría asegurar que más de una vez has superado con coraje la discriminación de género o raza; violencia emocional, verbal, laboral o física; las ineficiencias e inequidad propias de un régimen de gobierno corrupto, o “simplemente” las múltiples creencias limitantes con las que creciste, pensando que no eras lo suficientemente bonita, inteligente, alta, adinerada o fuerte para lograr tal o cual cosa.

Por favor escúchame con atención, ¡somos guerreras y también saldremos adelante en esta ocasión!

Te invito a crear soluciones que habiliten una recuperación económica sostenible y con propósito social. A poner toda tu pasión y creatividad en crear el cambio que quieres ver en el mundo. A innovar servicios y procesos para el bienestar común. A ser efectiva, es decir, a entregar un mejor resultado con menos desperdicio y uso el óptimo de tus recursos. A hacer que la rentabilidad sea el resultado de tu excelencia.

• Empatía. Es momento de conectarnos a nivel humano para comunicarnos con el corazón, tanto a nivel personal como de negocios. Pregúntate a diario, ¿cómo puedo optimizar el uso de mis destrezas, recursos o negocio con el objetivo de servir a los demás? La rentabilidad es una consecuencia de tus esfuerzos, inversión, compromiso, disciplina, procesos efectivos y uso adecuado de los recursos. En otras palabras, es una consecuencia de tu búsqueda por cumplir tu propósito; y dicho por multimillonarios a nivel mundial, crece tanto como crece tu fortuna cuanto mas te acercas a él.
• Coraje.Es con coraje que te has atrevido a salir de tu zona de confort para enfrentar tus más grandes temores y poner en marcha tu empresa. De hecho, el coraje nutrido con fe y disciplina te ha transportado de una posibilidad a un sueño hecho realidad. ¿Qué es diferente en esta ocasión? Tal vez solo la intensidad y la duración de la tormenta; sin embargo, hay mucha gente que te mira con la expectativa de encontrar la palabra precisa, la decisión sabia, el consuelo anhelado, o la inspiración para saber que existen motivos para seguir luchando, y que algún día …esto también será historia. Hoy, y cada día después de hoy, te debes una dosis triple de coraje por ti misma, por los tuyos, por tu equipo de trabajo y por tus clientes.
  • Resiliencia. Los problemas, errores y retos son oportunidades de mercado que se pueden aprovechar si estás presente (aquí y ahora), dispuesta a renunciar a lo que ya no te es necesario, para recibir a manos llenas con humildad y gratitud. La resiliencia es tu escudo ante el fracaso, cultívala a nivel personal y profesional sin dejar que tu ego intervenga en tu ascenso a la mejor versión de ti misma.
  • Positivismo. Esta es una fortaleza, no solo una virtud. Necesitas tomar decisiones objetivas, sensatas y progresistas por ti misma, por tu familia y por tu negocio. Contrario a lo que muchos piensan, una persona positiva tiene los pies sobre la tierra y posee la habilidad de ver las oportunidades que aquellos cegados por el negativismo no pueden.
  • Administración de riesgos. Es un tiempo de precaución y mesura; pero esto no significa dejar pasar las oportunidades que toquen a tu puerta. Utiliza tu talento y el de tu equipo de trabajo o socios para identificar oportunidades y amenazas con la agudeza del ojo de un águila. Cuantifica tanto el riesgo como el retorno, y separa lo controlable de lo que no puedes controlar, y según esto clasifícalo como viable o no. Tómate tu tiempo para decidir, pero no esperes demasiado… alguien más se podría apoderar de esta victoria que tanto necesitas.
  • Innovación. Si llegó la hora de reinventarnos a nosotras mismas, no se diga a los productos y servicios, o al mercado. Esta crisis ha llegado para desafiar el desempleo, la falta de recursos, la inequidad, el desperdicio y la mediocridad. Esta crisis es la oportunidad que esperabas para conocer íntimamente a tu mercado objetivo y enamorarlo de ti a través de la innovación y excelencia en el servicio. Latinoamérica es un mundo en desarrollo que se caracteriza por presentar las tasas más altas de emprendimiento a nivel mundial, que nos conozcan también por ofrecerle al mundo soluciones revolucionarias que brillen por su eficiencia (óptimo uso de los recursos) y eficacia (logro de resultados). Una crisis implica necesidad de cambios inmediatos y estos cambios abren oportunidades, agudiza tus sentidos para que las puedas visualizar.
• Estructura de pensamiento y creatividad. En tiempos de crisis tienes dos opciones, unirte al caos y dejar que tus sueños, esfuerzo y sacrificios se esfumen; o respirar profundamente para recuperar la calma y dejar que tu creatividad fluya en busca de soluciones, orden, equilibrio y armonía. Como escogiste ser mujer-emprendedora renunciaste voluntariamente a tu derecho sobre la primera, de manera que te sugiero tomarte un par de horas o días, para desahogar tus frustraciones y recuperar el equilibrio, pues tienes mucho trabajo por delante.
• Visión y olfato agudos. Y finalmente, si estás tan agobiada que sientes que ninguno de tus sentidos funciona, cierra tus ojos, respira profundo y silencia tu mente. Piensa con el corazón y escucha con tu intuición; en ellos está la brújula de tu vida.

Tus sentidos, incluyendo la intuición, te trajeron hasta el final de este artículo porque sabían que era algo que necesitabas leer. Confía en ti, todas las respuestas que buscas yacen en tu esencia y esta jamás se equivoca.

Tienes todo lo que necesitas para alcanzar tus metas y hacer que el 2021 sea el año perfecto para ti, Emprendedora Latina. El cielo es el límite y tú te mereces alcanzarlo.